Obten Ingresos por promocionar tu pagina web

domingo, 11 de julio de 2010

Algunas Canciones Legionarias

La canción del legionario
El novio de la muerte

Si bien La Legión siempre ha tenido un gran predicamento entre los guerrilleros, ahora aún más por la existencia en la Legión de una unidad de boinas verdes: la BOEL. Esta canción es el actual himno oficial de la Legión, de Romero y Guillén Pedemonti, auténtico modelo de canto militar, pleno de gallardía y marcialidad.


Soy valiente y leal legionario
soy soldado de brava legión;
pesa en mi alma doliente calvario
que en el fuego busca redención.

Mi divisa no conoce el miedo,
mi destino tan sólo es sufrir;
mi bandera luchar con denuedo
hasta consegui vencer o morir.

Legionario, legionario,
que te entregas a luchar
y al azar dejas tu suerte,
pues tu vida es un azar.

Legionario, legionario
de bravura sin igual,
si en la guerra hallas la muerte,
tendrás siempre por sudario,
Legionario, la Bandera nacional.

Somos héroes incógnitos todos,
nadie aspira a saber quien soy yo;
mil tragedias, de diversos modos,
que el correr de la vida formó.

Cada uno será lo que quiera,
nada importa su vida anterior,
pero juntos formamos Bandera,
que da a la Legión
el más alto honor

Legionario, legionario...

Escuchar cancion

La canción legionaria más conocida, que entraña una exaltación enormemente poética y emotiva de la figura de este soldado que es el legionario. Era una canción escrita para el escenario, en la época de la fundación, por Costa y Prado, y cantada por primera por una cupletista. Pero gustó tanto a los legionarios y llegaron a identificarse tanto con ella, que rápidamente la adoptaron como su canción preferida. Su emotividad no tiene parangón cuando se la oye cantar a los legionarios, con paso lento y portando el Cristo de la Buena Muerte.
Escuchar la canción (606KB-MP3)


Nadie en el Tercio sabía
quien era aquel legionario
tan audaz y temerario
que a la Legión se alistó.

Nadie sabía su historia,
más la Legión suponía
que un gran dolor le mordía
como un lobo, el corazón.

Más si alguno quien era le preguntaba
con dolor y rudeza le contestaba:

Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.

Cuando más rudo era el fuego
y la pelea más fiera
defendiendo su Bandera
el legionario avanzó.

Y sin temer al empuje
del enemigo exaltado,
supo morir como un bravo
y la enseña rescató.

Y al regar con su sangre la tierra ardiente,
murmuró el legionario con voz doliente:

Soy un hombre a quien la suerte
hirió con zarpa de fiera;
soy un novio de la muerte
que va a unirse en lazo fuerte
con tal leal compañera.

Cuando, al fin le recogieron,
entre su pecho encontraron
una carta y un retrato
de una divina mujer.

Y aquella carta decía:
"...si algún día Dios te llama
para mi un puesto reclama
que buscarte pronto iré".

Y en el último beso que le enviaba
su postrer despedida le consagraba.

Por ir a tu lado a verte
mi más leal compañera,
me hice novio de la muerte,
la estreché con lazo fuerte
y su amor fue mi ¡Bandera!

Tercios heroicos
Pobrecitos maridos infelices

Sabemos que fue el primer himno de los legionarios. Escuchar cancion 


I.
Tercios heroicos, Legión valiente,
que en la vanguardia sabéis morir,
sois el orgullo de nuestra España,
vuestras hazañas al combatir.

Los que en España no habéis nacido,
y sangre y vida dais en su honor,
hijos de España sois predilectos,
habéis ganado su excelso amor.

Legionarios a luchar,
legionarios a morir,
legionarios a luchar,
legionarios a morir.

ESTRIBILLO:
¡Viva España! Valientes hermanos,
¡Viva España! Legión inmortal,
que es gran gloria morir por España,
abrazado a un sublime ideal.

Con la sangre que vierten sus hijos,
más frondoso el laurel brotará,
del que haremos coronas que España,
que en sus sienes augustas pondrá.

¡Viva España! ¡Viva La Legión!

II.
Ya surja ruda y feroz pelea,
o de la lucha cese el afán,
notad que os cercan siempre amorosas,
sutiles sombras que un beso os dan.

El pensamiento de España entera,
vedlo en el tenue, fugaz rumor,
que nunca cesa de acariciaros,
de vuestros pasos alrededor.

Legionarios a luchar,
legionarios a morir,
legionarios a luchar,
legionarios a morir.

ESTRIBILLO:
¡Viva España! Valientes hermanos...

III.
Tercios invictos, Legión de bravos,
el mundo entero con altivez,
podéis mirarlo porque vosotros
del mundo entero sois honra y prez.

Donde el caído lloró angustiado,
donde el hermano la vida dio,
donde traiciones piden venganza,
vuestra bravura siempre acudió.

Legionarios a luchar,
legionarios a morir,
legionarios a luchar,
legionarios a morir.

ESTRIBILLO:
¡Viva España! Valientes hermanos...
Canción simpática


Pobrecitos maridos infelices,
que tenéis la testuz como un carnero,
viviréis contentos y felices,
alistandoos al Tercio de Extranjeros.

Son diez pesetas,
bien comido y bien servido,
tendrás fama de león,
aunque seas un cabrón en la Legión.

Comida sana y abundante,
la que dan en el Tercio de Extranjeros,
cocinada por cuatro o seis mangantes,
a los cuales llamamos los rancheros.

Una sopita, un cocidito
y la cabeza de un besuguito
y un basito de vino peleón,
este es el menú de la Legión.

Yo no sé qué se han creído
en el Tercio de Extranjeros,
que nos tienen comparados
con peones camineros.

Desde que se inventó
el pico y la pala,
con el pico y la pala
nos están dando la lata.

Este que está presente
tres picos rompió
y al día siguiente
pasó al pelotón,

Y ese otro que en su pueblo,
se las daba de sereno,
con el hambre que pasaba
se alistó al Tercio de Extranjeros,

a los cuatro días
cabo interino lo hicieron,
le vino la propuesta
firmada por los rancheros,

le quitan los galones
por ser un mangante,
y al día siguiente
le hacen machacante.

Se ha portado bien
en las operaciones,
todas las medallas
y todos los galones
los lleva colgado
de los cojones.

Acabo de recibir... chis pum (bis)
noticias frescas de mi país (bis)

Se está poniendo España
en tan malas condiciones
que se está incrementando
el gremio de maricones.

Como sigan así las cosas
con tan poco disimulo
va a faltar el sitio
para ir a tomar por culo.

¡ Cómprate una gabardina, mamón!

(pom, pom).

historia de canciones:

Desde el 20 de septiembre de 1920, fecha en que se alistó el primer legionario, y se considera la de creación de la Legión (aunque el “Tercio de Extranjeros” se había creado, por Real Decreto, el 28 de enero de 1920) los primeros legionarios cantaban las canciones que conocían, y que provenían del Ejército (como el “Himno de Infantería”), o de la Legión Extranjera francesa (como “La Madelón”). También se incorporaron canciones que aportaban los extranjeros enrolados, como era el “Deutschland über alles” alemán y el “Tipperary” británico.

Pero muy pronto, y a la velocidad con la que la Legión suele realizar todos los trabajos que se propone o le ordenan, ya contó con su primer himno: “Tercios Heroicos” (llamado, inicialmente, “Himno de los legionarios”). El Tte Col Millán Astray se lo había encargado a su amigo, el compositor y músico militar zaragozano Francisco Calés Pina. La letra la aportó el poeta Antonio Soler.

Poco después, a finales de 1920, aparece “La Canción del Legionario”, que años más tarde se convertirá en el Himno Oficial de la Legión (y lo seguirá siendo hasta nuestros días), con música del maestro Modesto Romero y letra del Comandante Emilio Guillém Pedemonti.

Pero así como las dos anteriores tienen un origen militar, y sus creadores son militares, el caso de “El Novio de la Muerte” es muy diferente. Se trata de un cuplé compuesto, inicialmente, para el teatro y la revista, y cuya letra y música se debe a dos civiles: el letrista Fidel Prado Duque y el compositor Juan Costa Casals.

Para reconstruir su historia, empezaremos por un artículo escrito por el oficial de la Guardia Civil, y musicólogo, D. Armando Oterino Cervelló, ya fallecido.

“En el Tercio, a imitación de su vecina Legión extranjera francesa que la arrastraba desde la entonces recién terminada guerra europea, se cantó inicialmente “La Madelón”, pero por poco tiempo, porque no tardó en adoptar un canto que le era más propio y estaba más cerca de aquel nuevo estilo de vida militar de entender la vida y la muerte. Este canto empezó siendo un cuplé, una canción de escenario; una letrilla que hace llorar a los hombres de bronce que no lloran nunca y a las mujeres que lloran siempre, que las dejan sin aliento, sin pestañear, pálidas como la propia muerte.
El 7 de enero de 1.921, en Beni Hassán, cuando el Tercio tenía sólo unos meses de existencia, (su primera Bandera se había organizado en octubre), después de haberse defendido heroicamente con su escuadra frente a los kabileños que los atacaron y pretendieron apoderarse de sus armas, murió a consecuencia de las heridas recibidas el Cabo Baltasar Queija de la Vega; era el primer legionario que perdía la vida en un hecho de armas. En su bolsillo se encontraron unos versos llenos de emoción y sentimiento. Se dice que acababa de enterarse de la muerte de su novia, y en esas confidencias íntimas que se hacen al compañero en las largas esperas campamentales de una estrellada noche moruna, había confesado: “¡Ojalá la primera bala no tarde mucho y sea para mi corazón, para reunirme pronto con ella!”. Pocas horas después, cuando se realizaba la retirada de protección de unos caminos su escuadra fue atacada. Toda una premonición que presagiaba el futuro canto de “El novio de la muerte”.

Este hecho causó una gran conmoción a una parte importante de la sociedad española. El letrista de cuplés Fidel Prado Duque, emocionado, escribió unos versos sobre ello, y se los entregó a su amigo y colaborador en la música de "varietés", el compositor barcelonés Juan Costa Casals, para que les dotara de una melodía adecuada.
Y así fue. Juan, emocionado con el motivo, le había puesto música de una sentada.

A principios de julio de 1921, una cupletista de primera fila, "Lola Montes" (su nombre verdadero era Mercedes Fernández González ) se encontró en la calle de la Montera, de Madrid, con Fidel Prado, cuyas letras cantaba habitualmente. Fidel la dijo que acababa de recibir de Juan Costa la partitura de un "cuplé", que aún no había oído, cuya letra le había enviado hacía poco, y que le decía que el encargo "le había salido muy bien".

Estaba deseoso de conocer la música, e invitó a "Lola Montes" a escucharla también. La audición se iba a celebrar en el estudio de Modesto Romero, también gran creador de "cuplés" (y que en 1922 compondría "La canción del legionario"). El maestro Romero tenía su estudio en la calle de Luchana número 10, y allí se celebró la primera audición madrileña de esta pieza, en principio destinada a cuplé.

El resultado emocionó y encantó a todos los presentes, y en especial a Lola, que decidió inmediatamente incorporarlo su repertorio. Puesto que pocos días después salía de gira a Málaga a la cabeza de un espectáculo de "varietés", se llevó la partitura, y la estudió durante el viaje, ayudada por el pianista de la compañía. Y la estrenó en Málaga, en el teatro Vital Aza, con un éxito total.

Asistió a una de las funciones la duquesa de la Victoria, que dirigía los hospitales de la Cruz Roja en Marruecos. Al terminar el espectáculo, se dirigió a la canzonetista y le dijo: "Mira, Lola, esto tienes que cantarlo en Melilla. El general Silvestre está llevando a cabo una ofensiva en aquel territorio que puede acabar con la guerra. Tú, con este cuplé tan bonito, dramático y patriótico, puedes contribuir, en gran medida, a elevar la moral de la población. Te voy a recomendar para que actúes, como fin de fiesta, en la compañía de Valeriano León, que se presentará allí en unos días... ".

Así fue cómo "Lola Montes" pasó a Melilla con la compañía del gran cómico, a finales de Julio de 1921, actuando como "telonera". Ella lo cuenta de esta manera en una "carta al director" de ABC, muchos años después:

"Mi actuación fue un éxito indescriptible. Cuando aparecí en el escenario vestida de enfermera, el público, compuesto por relevantes figuras de la vida civil, jefes, oficiales y tropa, me dedicó una entusiasta ovación. Y, cuando terminé la canción, el auditorio, en pie, estuvo aplaudiéndome un largo rato, lo que me produjo una dulce y tierna emoción..."

No hay comentarios:

Publicar un comentario